Un pleonasmo es una figura retórica que consiste en añadir a una frase u oración más palabras de las que son necesarias con la finalidad de intensificar el mensaje.
Por ejemplo; «lo vi con mis propios ojos», debido a que sólo se puede ver con los ojos (y el verbo ver lo tiene implícito) resulta innecesario añadir con mis propios ojos y por lo tanto se considera como redundante.
El Pleonasmo tiene la función de reforzar el significado, haciéndolo más claro y fácil de entender a la vez que lo dota de una mayor expresividad, sin embargo no añade información valiosa.
En la actualidad son muy utilizados, la misma comunicación social los ha popularizado y los toma como normales, sin embargo, en la gran mayoría de los casos las personas los utilizan de forma incorrecta y exagerada, por lo que suele ser objeto de burlas por los demás. “salir para afuera” (no se sale para dentro), “entrar para dentro” (no se entra para fuera).
Algunos ejemplos de pleonasmos ampliamente utilizados podemos señalar los siguientes:
Ejemplos de pleonasmos:
Pintar casas a domicilio.
Salir para afuera.
Volar por el aire.
Cállate la boca.
Ver con los ojos.
Meterse adentro.
Repetir otra vez.
Aplaudir con las manos.
Ven aquí.
Orillarse a la orilla.
Lava volcánica.
Sorpresa inesperada.
Regalo gratis.
Viejo anciano.
Hecho real.
Antecedentes previos.
Resultado final.
Escrito de puño y letra.
Planes futuros.
Como tal, el pleonasmo puede ser utilizado intencionalmente para embellecer una obra, o para que el lector u oyente se sorprenda y quede más atento a la misma.
No obstante, aunque es útil para la expresividad, el pleonasmo también puede considerarse como un defecto del lenguaje debido a que la redundancia implica una repetición de contenidos a partir del agregado de datos que no son necesarios, por lo que deberían omitirse.